Para entender lo que es una endodoncia, debemos conocer primero el rol que juega la pulpa dental en nuestra dentadura.
La pulpa dental es el tejido que se encuentra en el interior de los dientes. Está compuesta de nervios, vasos sanguíneos y células especializadas. Es la encargada de percibir estímulos externos aunque su función inicial es la de formar el diente. Cuando el proceso de crecimiento del diente finaliza, el rol de la pulpa consistirá en proveer un aporte hídrico. Este aporte de hidrógeno mejora las propiedades físicas del diente. La pulpa es la que nos indica si nos hemos roto la pieza o si tenemos una caries.
Una endodoncia es una intervención que elimina el tejido pulpar con el objetivo de conservar el diente y de mantener su función masticatoria. Se realiza cuando se busca la conservación de un diente que de otra manera tendría que ser forzosamente extraído.
Con la ayuda de herramientas especializadas, el odontólogo extrae la pulpa del interior de la pieza dental en mal estado. Se elimina el contenido radicular, es decir los vasos y los nervios, y se desinfecta, limpia y seca con esmero el interior del diente. Más tarde, se rellena con resina y con cemento sellador para evitar espacios vacíos que puedan conducir a posibles infecciones. Para finalizar, se coloca en la corona del diente una obturación o empaste provisional que el odontólogo posteriormente sustituirá por otra de propiedades definitivas. El procedimiento es siempre indoloro pues se utiliza un anestésico local. En algunos casos, especialmente en los procesos crónicos, no es ni siquiera necesario utilizar anestesia.
Generalmente, este procedimiento se realiza en una sesión. Durante los dos o tres días posteriores al tratamiento, existe la posibilidad de que surjan ligeras molestias que desaparecerán rápidamente con analgésico.
No es inusual que a veces tengamos que hacer frente a endodoncias fallidas o realizadas de forma incorrecta. Éstas suelen ser imposibles de rehacer de forma convencional. En estos casos, si el diente presenta focos de infección, debemos realizar una pequeña cirugía para así acceder directamente al final de la raíz y poder limpiar en profundidad antes de sellar el extremo. Este procedimiento está concebido para evitar que el problema vuelva a aparecer.